Manifiesto sobre la Ciencia como Bien Público Global: Acceso Abierto No Comercial
Con el advenimiento de la tecnología aparecen nuevas formas de publicar y acceder al conocimiento científico. A veinte años de las Declaraciones de Budapest (2002), Bethesda (2003) y Berlín (2003), los objetivos iniciales de apertura se han visto desviados una y otra vez por intereses comerciales y se han identificado problemas sistémicos inherentes a varios modelos propuestos para lograr el Acceso Abierto. Es menester analizar las diversas rutas para lograr el Acceso Abierto a partir de los valores de equidad, calidad, sostenibilidad y usabilidad en aras de lograr la ciencia como una conversación global.
El Acceso Abierto comercial sustituye las cuotas de suscripción a revistas científicas por cargos de procesamiento de artículos a las persona autoras (APC, siglas del término en inglés article processing charges), una distorsión del movimiento original. De igual forma, han surgido los acuerdos “transformativos” que, en la práctica, se han convertido en la institucionalización de un modelo proveniente del sector comercial para privatizar un bien público: el conocimiento.
Así, el Acceso Abierto se ha visto obligado a adoptar nuevas denominaciones para distinguir las soluciones comerciales de las no comerciales, cercando el objetivo original del movimiento. Es así como surge el Acceso Abierto Diamante.
Las revistas científicas dejaron de ser un vehículo de comunicación para ser un producto de mercado, primero con cuotas por leer y posteriormente con cuotas por publicar. Uno de los problemas de la mercantilización es la consecuente exclusión que genera, rompiendo así con una de las condiciones esenciales de los bienes públicos: la no exclusión. Por el contrario, el avance de las tecnologías y el modelo de sostenibilidad no comercial han permitido el consumo no rival del conocimiento científico, segunda condición esencial de los bienes públicos: la no rivalidad.
El problema es retroalimentado por los sistemas de evaluación de la actividad científica, construidos alrededor de los canales comerciales de generación, circulación, consumo y valoración del conocimiento científico. Lo que genera un círculo vicioso imposible de romper desde la lógica del mercado y que pone en riesgo, no solamente el desarrollo científico sino también la construcción y preservación públicas de la memoria científica colectiva.
El Acceso Abierto vía Diamante, entendido como la publicación sin cuotas por leer ni por publicar creada y mantenida por organismos académicos y científicos; así como el Acceso Abierto vía verde, son referentes de modelos no comerciales compatibles con el paradigma de los bienes públicos, y son inclusivos por definición.
Los principios que rigen este manifiesto son los siguientes:
- Derecho universal. La ciencia es un bien público global y el acceso a ella es un derecho universal.
- Equidad, diversidad y multilingüismo. La ciencia es inclusiva, multilingüe, accesible, reutilizable y colaborativa.
- Propiedad de la academia y patrimonio de la humanidad. La producción científica es propiedad de la academia y se debe al desarrollo y progreso de la sociedad como patrimonio de la humanidad.
- Reconocimiento y valoración. Las entidades de acreditación, investigación y financiación deben reconocer, evaluar e incentivar los medios no comerciales de producción y circulación del conocimiento científico.
- Colaboración. La interacción y colaboración entre los agentes no comerciales, publicaciones científicas e infraestructuras abiertas es necesaria para la construcción de ecosistemas de bienes públicos.
Es imperante declarar el Acceso Abierto No Comercial, a través de sus vías Diamante y Verde, propiedad de la academia una ruta para llegar a la Ciencia como Bien Público Global. Un enfoque históricamente dominante en América Latina, el Caribe y muchos otros países de otras regiones.
Asimismo, la experiencia y retos sistémicos nos invitan a construir colectivamente un ecosistema científico que otorgue a todas las personas la oportunidad de participar. Así también, la comunidad investigadora debe ser reconocida por su esfuerzo por preservar un modelo de comunicación en beneficio de sus sociedades y que dé pauta a procesos y condiciones que permitan controlar que el conocimiento regrese a quien se debe, lo produce y lo sostiene con fondos públicos.
En línea con el avance logrado en el reconocimiento de las contribuciones del ramo no comercial para el Acceso Abierto y la Ciencia Abierta manifestado previamente en esfuerzos colectivos internacionales como en las Recomendaciones sobre la Ciencia Abierta de la UNESCO y en los señalamientos de la Iniciativa de Acceso Abierto de Budapest (BOAI) en su vigésimo aniversario, se hace un llamado a la acción dirigido a instituciones, gobiernos, comunidad investigadora y a todos las personas actoras para fortalecer, reconocer, sostener y avanzar hacia una Ciencia como Bien Público Global.